El arribo de Barack Obama, a la
presidencia de EEUU hizo que despertará una serie de expectativas promisorias
tanto al interior de este país como hacia el exterior. Una de las principales
para el pueblo norteamericano, era acabar con la invasión en Irak, que estaba
costando la vida de miles de soldados. Otra era la posibilidad de salir de una
crisis económica, en la que se había sumido EEUU, a raíz de la especulación
inmobiliaria y el déficit generado por el financiamiento de la guerra en Medio
Oriente. En el contexto internacional,
se vislumbró la oportunidad de generar acuerdos multilaterales y una nueva
solidez de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), después de haber
quedado debilitada por las acciones durante el mandato de George W. Bush en
EEUU.
Los resultados no han sido los
que se esperaban, no obstante, vale revisar con más detenimiento cada uno de
estos, para ver en qué medida Obama ha establecido una distancia como candidato
y como presidente de una de las potencias más fuertes del mundo. En lo que se
refiere a Irak, logró sacar a miles de soldados estadounidenses, y se
consolidaron las incipientes fuerzas de seguridad y militares en ese país.
Asimismo, logró generar consensos con diversas potencias en la región para
hacer frente a la grave crisis que se presentaba en Afganistán. No obstante,
los atentados terroristas han continuado en esos países, principalmente en
Irak, aunque con altibajos. Por otra parte, se capturó y ejecutó a Osama Bin
Laden, principal señalado en dirigir los atentados del 11-S en Nueva York, y en Europa. Sin embargo, esto no se hizo bajo
los principios de la justicia internacional. Esto ha hecho que en el contexto
internacional, Obama dejé un sabor amargo, ya que se esperaba que EEUU retomará
los mínimos cauces legales del derecho internacional.
En lo que concierne a la crisis
económica, que ha agobiado a los EEUU -y a gran parte de la Unión Europea-, las
limitaciones son mucho mayores. Por un lado, ha tratado de sanear las finanzas,
pero quizás con políticas impopulares –pero necesarias-, como el rescate
financiero de varias instituciones financieras. Asimismo, trató de impulsar una
reforma de salud, que dotará de seguridad social a millones de estadounidenses
que carecen de ella, y que con la crisis económica dicha situación se ha
agravado. Es aquí donde ha mostrado su
mayor debilidad, dado que el peso que tiene el
Partido Republicano, ha impedido que pueda llevarse a cabo de manera
plena esta acción. Por otra parte, no ha habido grandes ideas sobre cómo
reactivar la economía, el cambio del contexto económico, el incremento de la terciarización del trabajo y la
emergencia de países industrializados, como Brasil, la India y China, hace
imposible pensar en volver a aplicar un New
Deal, aunado a que las condiciones que se presentaron con F. D. Roosevelt,
son totalmente contrarias a nuestra realidad. El costo de no haber cumplido
estas expectativas hizo que los republicanos ganarán la mayoría en el Congreso
en 2010.
Mirando con cuidado, algunas de
las acciones de Obama, se puede concluir primero, que las expectativas que
generé un candidato para ganar un puesto de elección siempre serán mayores a
las que pueda realizar; segundo, que si bien el presidente de los EEUU,
continúa bajo la línea de poner sus intereses por encima de cualquier otro
país, mide las consecuencias que esto podría acarrear.
Hillary Clinton, ha hecho uno de
los mejores papeles como Secretaría de Estado, y aunque sigue habiendo en
algunos casos una línea dura, casi siempre se trata de consensar antes de tomar
una acción. En el caso de Irán e Israel, donde este último ha querido lanzar
una ofensiva militar, debido a que señala que el presidente iraní Mahmud
Ahmadinejad, está fabricando armas de destrucción masiva, EEUU lo ha contenido,
lo mismo ha hecho con el caso de Corea del Norte. Ha tratado de negociar con
China e incluso la propia Rusia, la contención de estos países, que
posiblemente puedan tener en su poder estas armas. Evitando con ello que se
produzca un conflicto bélico de enormes proporciones, mayores a las de Irak, y
que pondrían poner en riesgo la estabilidad de la región. En el caso de
Latinoamérica, Obama ha vuelto a aplicar la política del “buen vecino” y si
bien, ha sido tibio en los casos de Honduras y Paraguay, donde se han dado
destituciones de los presidentes en turno, por grupos oligárquicos, la
situación responde más a una situación local, que a una política que EEUU imponía
en la región en gran parte del siglo XX, en donde los golpes de estado, eran
alentados y en ocasiones, financiados por éste.
¿Qué cabe esperar con Mitt
Romney? Una vuelta a la política dura en el contexto internacional y una
retórica populista para hacer pasar los estragos de la economía estadounidense.
Una de sus principales propuestas es echar abajo la acción de gobierno de
seguridad social, aunque no toda, como él ha dicho, pero sí, principalmente, hacer que el Estado deje de
garantizar este derecho a la personas que no pueden adquirir un seguro privado.
En el contexto internacional, Romney, maneja una retórica incendiaria en contra
de Irán, Corea del Norte y Venezuela, lo que abre la posibilidad –aunque remota-
de una nueva confrontación militar y el debilitamiento de los organismos
internacionales como la ONU. En el caso de los hispanos, Romney no se distingue
mucho en el discurso de lo que Obama propone, aunque en realidad el partido
republicano, ha tenido mayores reticencias a esta, y ha tomado medidas
discriminatorias y violatorias de derechos humanos en contra de los migrantes.
Obama, es ambivalente por un lado toma acciones que permitan que miles de
jóvenes latinos inmigrantes no sean deportados, pero por otro lado se continúan
con las deportaciones de manera más velada.
Con Obama, se deja mucho que
desear, pero al hacer una breve evaluación de sus acciones y un contraste con
el candidato del partido republicano, es preferible para el contexto
internacional la continuidad de éste. Los estadounidenses tendrán que mirar si
para sus intereses les conviene la continuidad o un cambio. Y si bien, los
desaciertos de Romney, ponen a Obama en un segundo mandato, aún queda un mes y
cualquier error o acierto lo puede definir.
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